Continuamos caminando hacia el norte, hacia la izquierda, la primera puerta que me encuentro es la de San Pedro, que es una de las cuatro entradas que se pueden considerar de apertura romana. Sigo caminando y me vuelvo a encontrar con los magnolios del jardín de la Diputación Provincial.
Sigo andando, y después de haberme cruzado con unos cuantos deportistas vespertinos, aterrizo en la Porta de San Fernando. Desde allí arriba se puede ver la atareada vida de la Avenida de la Coruña, que es una de las calles más largas de Lugo.
Poco a poco y habiendo dejado atrás la zona norte de la muralla, se divisa la Puerta Nueva. A pesar de su nombre, es una puerta que fue abierta por la civilización romana y una de las principales vías de acceso a la vida de intramuros.
Esta es la puerta que da paso a la Rúa Nova, lugar idóneo, como ya dije, para tomar unas tapas antes de la hora de comer. Continúo y ya de lejos veo la siguiente puerta, la del Obispo Odoario. Esta puerta nos lleva a la antigua capilla del hogar de Santa María, hoy convertida en sala de exposiciones del Centro de Artesanía de la ciudad.
Encima del arco que supone la puerta, se tiene una bonita visión de la Ronda de la Muralla y se ven las torres de la Catedral a lo lejos. No obstante mientras avanzaba hacia la siguiente parada, me fijé en
Con más de la mitad de la muralla a mis espaldas, después de haber contado a 13 personas corriendo y unas 8 paseando y con alguna que otra piedrecilla en los zapatos... Es hora de comer! Así que bajo por las escaleras que van a dar a una de esas angostas calles del barrio del Miño y me voy en busca de 'Los Bastones', un restaurante de comida italiana que me han recomendado.
Vivo en Lugo, llegué a este blog de casualidad pero te doy las gracias por ese paseo, es tal cual... Hoy no pasarias frío, noche de hogueras con 22º de temperatura y el fin de semana "ArdeLucus" te prometo que si te acercas no estarás en Siberia, Lugo se convierte en el foro de una urbe romana.
ResponderEliminarGracias por visitar nuestra ciudad.