13.1.10

2 kilómetros por delante...

No me puedo marchar de ésta ciudad sin dar un paseo por su más famoso monumento. Asi que con las pilas cargadas allá nos vamos a caminar por esos 2 kilómetros de historia romana. Situándono en la ya conocida Plaza del Campo encontramos unas escaleras de acceso al adarve, que nos permitiran dar un paseo a unos 10 metros del suelo. Nada más coronar las escaleras nos encontramos con la torre de la Mosquera, que es el único resto que queda de como eran antiguamente las torres y que se correspondería con la planta baja de la antigua fortaleza.





Continuamos caminando hacia el norte, hacia la izquierda, la primera puerta que me encuentro es la de San Pedro, que es una de las cuatro entradas que se pueden considerar de apertura romana. Sigo caminando y me vuelvo a encontrar con los magnolios del jardín de la Diputación Provincial.



Sigo andando, y después de haberme cruzado con unos cuantos deportistas vespertinos, aterrizo en la Porta de San Fernando. Desde allí arriba se puede ver la atareada vida de la Avenida de la Coruña, que es una de las calles más largas de Lugo.



Poco a poco y habiendo dejado atrás la zona norte de la muralla, se divisa la Puerta Nueva. A pesar de su nombre, es una puerta que fue abierta por la civilización romana y una de las principales vías de acceso a la vida de intramuros.



Esta es la puerta que da paso a la Rúa Nova, lugar idóneo, como ya dije, para tomar unas tapas antes de la hora de comer. Continúo y ya de lejos veo la siguiente puerta, la del Obispo Odoario. Esta puerta nos lleva a la antigua capilla del hogar de Santa María, hoy convertida en sala de exposiciones del Centro de Artesanía de la ciudad.



Encima del arco que supone la puerta, se tiene una bonita visión de la Ronda de la Muralla y se ven las torres de la Catedral a lo lejos. No obstante mientras avanzaba hacia la siguiente parada, me fijé en una pequeña excavación al margen izquierdo de la muralla antes de llegar al barrio del Miño, que se reconoce enseguida por la variedad de casas en ruinas y por las que ves restauradas. Creo que esta excavación pertenece al estudio arqueológico de la zona.




Con más de la mitad de la muralla a mis espaldas, después de haber contado a 13 personas corriendo y unas 8 paseando y con alguna que otra piedrecilla en los zapatos... Es hora de comer! Así que bajo por las escaleras que van a dar a una de esas angostas calles del barrio del Miño y me voy en busca de 'Los Bastones', un restaurante de comida italiana que me han recomendado.

1 comentario:

  1. Vivo en Lugo, llegué a este blog de casualidad pero te doy las gracias por ese paseo, es tal cual... Hoy no pasarias frío, noche de hogueras con 22º de temperatura y el fin de semana "ArdeLucus" te prometo que si te acercas no estarás en Siberia, Lugo se convierte en el foro de una urbe romana.
    Gracias por visitar nuestra ciudad.

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